COMUNICACIÓN

  • "El talento debe ser visto como el ingrediente más indispensable para el éxito, pero el éxito también depende de cómo se gestiona ese talento." Allan Schweyer

    Desde hace unos años defiendo la idea del cambio en las estrategias de recursos humanos en concreto en los entornos laborales. Me refiero a la importancia que tiene la salud mental en cualquier área laboral y que tiene un vacío en casi todas las empresas contemporáneas de nuestro país llevando con ello perdidas económicas sustanciales.

    El mundo del deporte es un claro ejemplo de ese problema, en las pasadas Olimpiadas gracias a la repercusión mediática que obtuvo la lesión mental de Simón Biles que la llevó a de dejar de competir, se ha visualizó la importancia y el decisivo papel que deberían tener los psicólogos en el ámbito del alto rendimiento. Cualquiera puede ser Simón en aquel ámbito que reúna las mismas características: una presión elevada para conseguir objetivos, un volumen grande de trabajo, expectativas ajenas exageradas.

    ¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para que se incorporen en las estructuras directivas a psicólogos que acompañen en las decisiones que impliquen al personal? ¿ Cuánto talento tendrá que escapar de nuestras compañías por no ser reconocido, valorado o bien tratado?

    El caso de Simón Biles es uno de entre muchos de jóvenes talentos con una mente en plena efervescencia y formación, que se ven defendiendo su valía personal ante la sobre exposición tanto mediática como de redes sociales, que sin el acompañamiento profesional adecuado que salvaguardaría su salud mental y física. Hay muchos jóvenes promesas luchando día a día desde muy pequeños por llegar a lo mas alto y una vez que pierden o no llegan a ese lugar elegido o tal vez, que no consiguen o fracasan en el objetivo, estos se vuelven frágiles y se marchitan olvidando su talento y su amor propio que repercute negativamente en su entorno directo, ya sea familia, amistades o trabajo. No hay duda de que si esos jóvenes tuvieran una voz que les guiara mas allá de su entrenador y de su familia, este seria capaz de sobrellevar la carga y de conquistarse a si mismo para el bien propio y el bien común.

    De la misma manera no quiero dejar a un lado el período de madurez que también anda ausente de esa guía que oriente, motive y enraíce lo mejor de la propia experiencia y dé salida a lo mejor de cada uno. He comprobado que a partir de los 40 y 50 años muchos trabajadores, que han vivido muchas vicisitudes propias de la vida y de la edad, les falta el empuje y la confianza para continuar su labor sin miedo a sentirse infravalorados dando con ello comportamientos erráticos, altivos y defensivos que afectan también a su entorno mas inmediato y al rendimiento general. (Quiero matizar que aunque estoy generalizando, si que es una inercia que he identificado en muchas ocasiones.)

    El rendimiento laboral está intrínsecamente ligado al estado mental y emocional de los trabajadores y no se puede entender como muchas empresas siguen sin buscar un hueco en su pirámide estructural para ese psicólogo o coach, que acompañe y ayude a identificar los problemas de equipo, que analice a los integrantes para ver sus fortalezas y debilidades, para encontrar, desarrollar y mantener vivo el talento y para crear dinámicas de trabajo que refuerce la mentalidad de equipo, del trabajador y de su auto concepto. Un trabajador con baja autoestima es (valga la comparación) como una impresora sin tinta de color, nunca rendirá al nivel que podría, luego los resultados para la empresa no serán los adecuados. Una persona con talento pero ignorado será como una lámpara sin batería, podría dar luz pero no es más que un trasto más sin usar. (Comparo con utensilios porque es mas fácil entender el concepto. ) por lo tanto; ¿Para que sirve el talento si no se pone en acción? ¿ Porque no damos al trabajador el lugar que se merece? ¿ Porque no cuidamos y no cuidan de nuestro bienestar en el trabajo?

    El psicólogo (o derivados de él), para mi son la pieza que falta en ese rompecabezas laboral que debe cambiar y renovarse en esta época de cambios. Que el talento emerja no es cuestión de suerte. Que el trabajo sea saludable es responsabilidad de todos.

    Iris Perez

    @iris8perez // www.irisperez.weboficial.net

    fotografía: BBC

    " A Lidia Escoda por su inspiración"

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